Pasaban el tiempo huidizo entre carcajadas y anécdotas, sueños y esperanzas de polvo, o leyendo poemas de O’Hara y Ginsberg, maestros y padrinos ellos de sus vidas descarriladas, al tiempo que el asfalto se deslizaba bajo las ruedas del Cadillac robado, en rumbo a un sueño – americano o no – que les liberase cuanto antes de la ansiedad y el estupor. El sol y la carretera parecían ser los únicos testigos de su odisea particular, y nada decían al respecto: simplemente estaban allí. Acompañados – en todo momento – de sus Chesterfield y sus Colt respectivas, miraban adelante, por el parabrisas agujereado, con peculiares muecas de satisfacción aplastante, sin temor a lo que ocurrido o a lo que pudiese ocurrir.
Sí, pensaban, el atraco del supermercado, los numerosos homicidios y la desobediencia de la ley no importan. Estaban enamorados, y nada les iba a detener.
¡Oh! ¡Kerouac!
ResponderEliminarMe gusta.
Muá.
¡Muchas gracias, Claruchi!
ResponderEliminarAutopista de palabras desenfrenadas, coches y tabaco y jazz y 'libertad' y sueños y el dichoso American Dream, no tomorrow, etc... ya sabes.
xx
Mmmmm me recuerda al "estar con" de las charlas de afectividad... pero don Josepe también dijo que una relación que se une en lo malo termina mal después :( jajaja A bit too obsessed about him? Yup!
ResponderEliminarIt is really tempting though... carelessly drifting away... and you know what they say (who does?)? The important thing in whatever you do, is to do it with all your heart and soul. That is.. if you want to be bad, do it good. jajaja