domingo, 18 de abril de 2010

Escritura Automática



























En colaboración con Philip Muller, os presento uno de nuestros más celébres ejercicios de escritura automática. Básicamente, escritura sin reflexión con tintes dadaístas y oníricos, que busca reflejar la suma de los estados de ánimo del momento, con un ocasional aire profético-apocalíptico:

El sombrero se le cayó sobre el hombro como ave cazada, cuando estaba bebiendo de la botella ensuciada. Mientras, allá fuera resonaban los gritos de cientos de almas perdidas y los libros suspiraban entre telarañas y palabras. Bomberos y doctorandos trataron de apagar el fuego de la ignorancia, pero descubrieron que era mejor esperar a la lluvia.

¡Oh, Babilón, qué has hecho con nuestro ser!

¡Oh, Pandora, dónde dejé la pintura de mi alma!

¿Oh Pueblo de Israel, qué nos espera, El Paraíso o Gólgota? ¿El Paraíso de edredones gastados o el Gólgota de baldosas rojas?

Montañas de basura nos esperan, pero mi intención es encontrar una flor entre toda la inmunda miseria que eres Tú.

Una rosa sin afeitar y con tacones de corcho, zapatos de azafrán y guantes de marfil, que no sepa sonreír, pero que se esté callada. Semejante proeza jamás he visto – y habré de ver – en mi vida. Porque estoy muerto.

1 comentario:

  1. ¡¡Qué impacto!!
    Para amarlo del todo, debo primero rescatarme de mi ignorancia.
    Así que hasta pronto.

    Fenomenal.

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